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Un mensaje más

  • Foto del escritor: Bitágora
    Bitágora
  • 30 jul 2020
  • 3 Min. de lectura

El mensaje abarcó múltiples puntos que serán de vital importancia para el país si se llegan a consolidar, claro está, pero considero que la población peruana esperaba la rendición de cuentas y cifras claras en lo que respecta al manejo de la pandemia. Considero también que Arequipa necesita una respuesta, como en su momento la necesitó Iquitos.

El 28 de julio se conmemoró un año más de la vida republicana del Perú; en consecuencia, el máximo representante del Ejecutivo tuvo que rendir cuentas del ejercicio de sus funciones en el típico, pero esta vez atípico, mensaje de fiestas patrias, el cual se realizó en palacio legislativo. Para muchos de los entendidos un mensaje predecible de último año de gobierno en donde, como curiosidad, incluye un pacto político, además de un evidente encomio hacia lo conseguido en su mandato y una que otra propuesta que pretende reactivar el golpeado sector económico.

El mensaje comenzó con un sinnúmero de menciones honrosas a la labor desempeñada por el aparato estatal en sus diversos campos de alcance (Salud, Educación, Vivienda, etc.), menciones que abarcan desde la descripción de la precaria situación en la que se encuentra la organización y estructura estatal, hasta la supuesta “efectividad” de la rígida cuarentena establecida en territorio nacional. Acto seguido, lanzó la propuesta que destinará gran parte del presupuesto general del 2021, donde incluye una inversión de más de 20 000 millones de soles en beneficio del sector Salud y, además, mencionó que si se llegara a comercializar una eventual vacuna para la COVID-19 el gobierno peruano sería de los primeros en comprarla, de ese modo la declararía en “bien público universal” para que así esté al servicio de todos los peruanos. Otro ofrecimiento fue la potencial incorporación de una pensión de 200 soles mensuales en beneficio de los niños que se encuentran en orfandad. Por último, en lo que respecta a propuestas, ofreció un nuevo bono universal de 760 soles, el cual corresponde a los meses de agosto-octubre, y beneficiaría a más de 2 millones de familias que se encuentran en pobreza y pobreza extrema; sin duda, esta es la propuesta más llamativa para el poblador de a pie y la cual le rendirá más réditos políticos. En cuanto a la inversión en cooperación con el empresariado internacional se mencionó la puesta en marcha de la Línea 3 y Línea 4 del Metro de Lima con una inversión de aproximadamente 30 000 millones de soles. Por otra parte, se remarcó el impulso del mega proyecto minero Quellaveco que se viene realizando en el sur del Perú en el departamento de Moquegua.

Luego de proyectar prosperidad, el final del discurso de Vizcarra fue poco convencional, puesto que habló de un pacto político y dio un mensaje conciliador con el Legislativo, situación que no se había visto en anteriores ocasiones, ni que decir de anteriores mensajes de 28 de julio en donde tuvo como característica principal la confrontación que incluso le valió la disolución de un paupérrimo congreso que con su salida prometía uno mejor, pero con la llegada de los nuevos parlamentarios queda claro de que no hay diferencia sustantiva.

El mensaje abarcó múltiples puntos que serán de vital importancia para el país si se llegan a consolidar, claro está, pero considero que la población peruana esperaba la rendición de cuentas y cifras claras en lo que respecta al manejo de la pandemia. Considero también que Arequipa necesita una respuesta, como en su momento la necesitó Iquitos.

Agustine Berlin.

 
 
 

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