Más humanos que los humanos
- Bitágora
- 6 sept 2020
- 4 Min. de lectura
El género de ciencia ficción y la variedad de escenarios que posee se vuelven a plantear como un escape hacia destinos más trágicos o esperanzadores.

Durante estos últimos días he podido disfrutar de grandes cintas de un género que muchas veces es subestimado, pero que a pesar de eso cuenta con un buen número de trabajos memorables dentro del cine, también se ha convertido en un puente entre los espectadores y las infinitas visiones que se pueden concebir acerca de nuestro futuro como una civilización o cómo es que funcionan las partes del universo que aún no hemos explorado y que por lo tanto tampoco comprendemos. A estas alturas, varios hemos logrado encontrar diversas maneras en las que podríamos enfocar nuestro tiempo, adaptando estas actividades al actual escenario por el que pasa el país. En ese sentido, el campo de opciones con el que contábamos para probar otras aficiones se ha visto muy limitado; sin embargo algunos han retomado actividades que antes realizaban pero que poco a poco fueron dejadas de lado por falta de interés, en mi caso fue la lectura, particularmente las obras que pertenecían al género de fantasía y ciencia ficción, los libros de este tipo captaron mucho mi atención cuando era más joven, pero en un determinado momento creí que era hora de dejar estos géneros y explorar otro tipo de obras, que para la opinión de varios pueden resultar más complejas y apegados a nuestra realidad. Ahora, observando lo complicada que está la situación en el mundo, el género de ciencia ficción y la variedad de escenarios que posee se vuelven a plantear como un escape hacia destinos más trágicos o esperanzadores.
La lectura que comencé esta última semana tiene por título “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, escrita por el estadounidense Philip K. Dick, un libro muy interesante acerca del futuro de nuestra civilización y de los problemas que presenta la nueva sociedad dentro de esta ficción. Este libro fue adaptado en una película titula “Blade Runner” en el año 1982 y fue dirigida por Ridlye Scott. Esta cinta se convirtió de una de mis favoritas del género y también considero que es una de las más reconocidas dentro los tantos trabajos que se enfocan en la ciencia ficción, así como una de las más influyentes en este género. En un resumen breve y superficial, Blade Runner se sitúa en futuro ciberpunk, donde el hombre ha llegado a un nivel en el domino de la ciencia y tecnología capaz de crear maquinas idénticas en apariencia al ser humano, pero con una mayor fuerza física y agilidad comparada a la de un hombre promedio, y esto no solo se limita al aspecto físico de las maquinas, ya que, cuentan con cierto manejo en las expresiones y señales emocionales pero no llegan al nivel de la complejidad y respuestas del ser humano. Estas maquinas fueron destinadas a servir como sustitución del recurso humano casi hasta llegar al nivel de “esclavos” para las colonias en el exterior fuera de la tierra. Particularmente la historia principal nos narra acerca de un “Blade Runner”, nombre que se les otorga a los agentes que se encargar de buscar y retirar a estas maquinas en la tierra, ya que es ilegal que estos estén en la tierra debido a su peligrosidad, por una cruenta revuelta que ocasionaron en una de las colonias del exterior, este agente estaba retirado y fue designado a buscar a dos Replicas (nombre que reciben estos androides) que estaban en búsqueda de su creador para asesinarlo. Hasta este punto vemos que el dilema radica en la línea que separa a un humano de una “maquina“ será cada vez más difusa en el futuro y al principio de la misma cinta podemos encontrar una pequeña señal de esto, ya que, los blade runners utilizan el termino “retirar” cuando eliminan a una de estas maquinas, sin embargo, hasta que punto seria correcto esto, ya que, si bien durante la cinta vemos que hay pequeñas diferencias que los distinguen de los unos a otros, vemos muchos de estos enfrentan problemas tan humanos como cualquier persona común, esencialmente una de las características más primitivas que es inherente al hombre y este es el miedo a la “muerte”, claro en caso de estas “maquinas” el de ser retiradas/eliminadas. También observamos que este dilema llega un punto sin retorno pues se empiezan a crear modelos que “viven” si saber que son androides y por el contrario piensan que son tan humanos como nosotros, pero esto hecho se explicará en la cinta más a detalle.
Con esta cinta hubo muchas opiniones divididas, algunos esperaban más contenido de escenas de acción o tal vez un ritmo más frenético; sin embargo, con el tiempo se ha ganado un lugar de privilegio dentro del cine de ciencia ficción gracias a todas las herramientas bien aplicadas que tuvo la cinta en su producción, como los actores, los escenarios y en mi opinión también gracias a la complejidad de los temas que tocaba en su historia.
Luis García
Comments