Jazmines en el pelo y rosas en la cara, los 100 años de Chabuca Granda
- Bitágora
- 6 sept 2020
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La profunda sensibilidad que poseía Chabuca le sirvió para ser capaz de captar lo bello en cada esquina de esa Lima señorial, para luego fusionarlas con elegancia y dulzura hasta convertirlas en piezas de arte únicas, en odas a la cotidianidad.

El pasado 3 de septiembre, el Perú tuvo el privilegio de conmemorar los 100 años del nacimiento de la talentosa cantautora y folclorista peruana Chabuca Granda, quien a través de su obra personal se ha encargado de revolucionar y enriquecer la música popular peruana, motivo por el cual la intérprete de El puente de los suspiros es considerada una de las grandes exponentes latinoamericanas de la música en el siglo XX.
Debido al trabajo de su padre, María Isabel Granda y Larco -nombre real de la artista- nació en Cotabambas, comunidad minera perteneciente al departamento de Apurímac. Granda pasó los tres primeros años de su vida en dicha comunidad, donde pese a su corta edad, aprendió a amar el hecho de haber visto la luz muy cerca del sol de los incas, de ser hermana orgullosa de los cóndores y de haber nacido tan alto que solía lavarse la cara con las estrellas, como ella misma manifiesta, resaltando que esto la ha ayudado a adquirir una visión más completa de nuestro país.
Al mudarse a Lima, los Granda y Larco se asentaron en el Distrito de Barranco que, al igual que el resto de la ciudad de los reyes se encontraba radiante y engalanado por los 100 años de independencia de nuestra patria, lo que despertó en la autora la fascinación hacia esta ciudad y sus tradiciones. El distrito de Barranco, que por aquel entonces era aún un balneario, se convirtió en una de sus principales fuentes de inspiración y sería en adelante el protagonista de más de una de sus canciones.
Chabuca mostró desde pequeña su gran aptitud y vocación para las artes, formando parte del coro de su colegio y posteriormente en el dúo “Luz y Sombra” con su amiga, Pilar Mujica. Sin embargo, la imposición de la soledad que le trajo su escandalosa separación conyugal -en una Lima aún muy tradicional- le sirvió como punto de despegue para su carrera artística, que sin duda creció desmesuradamente hasta el punto de alcanzar la fama internacional y de ganarse un espacio en la memoria y el corazón de todos los peruanos y peruanas.
La profunda sensibilidad que poseía Chabuca le sirvió para ser capaz de captar lo bello en cada esquina de esa Lima señorial, para luego fusionarlas con elegancia y dulzura hasta convertirlas en piezas de arte únicas, en odas a la cotidianidad y a las costumbres, en las que parecía retratar la esencia más pura de aquella ciudad que añoraba -con sus calles, sus puentes, sus ríos y alamedas- otorgándoles realce y protagonismo, sin dejar de lado esa envolvente familiaridad tan característica de la música peruana.
Granda falleció el 8 de marzo del año 1983 en una clínica de Miami, Florida, a causa de una disfunción cardiaca. Sin embargo, su legado queda inmortalizado en cada línea de sus canciones.
“Si he de fundir mi espacio frente al tuyo
Cómo será tu cuerpo al recorrerme
Y cómo mi corazón si estoy de muerte
Mi corazón si estoy de muerte”
-Cardo y Ceniza-
Chabuca Granda (1977)
Gabriela San Andrés
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