El “Bad Boy”de Manchester: Gracias por todo Wayne

El adiós de uno de los mejores futbolistas de la época, de niño malcriado a jugador legendario, ese tipo de jugador que se queda grabado en el hincha y la historia: Gracias por todo Wayne, disfrutamos mucho contigo.

Cuando se menciona el nombre de Wayne Rooney, lo primero que se nos viene a la mente es él con el 10 en su espalda sobre el paño rojo del United. Aquel 10 del United que se convirtió en el máximo goleador histórico del Manchester United y la Selección absoluta de Inglaterra, aquel que lo gano absolutamente todo con los red devils, ese niño malcriado que se convirtió en la leyenda de Manchester e Inglaterra.

Wayne Rooney, sin duda alguna, queda grabado en la memoria de varios fanáticos del futbol, ¿por qué? Porque desde su debut profesional con la camiseta del Everton (en el que marco también su primer gol) todos veían en él una futura estrella del futbol mundial. Pero ¿cómo recordar a este gran delantero de época? Con la pequeña anécdota de su debut en el equipo que se volvió leyenda.

Setiembre del 2004, un tal Wayne Rooney -con 18 años- hace unos meses atrás había sido contratado por uno de los clubes más famosos de Inglaterra: Manchester United, pero no había podido debutar por una lesión. Wayne estaba ansioso por hacerlo y no quería defraudar a la afición de los “diablos rojos”, que tenía sus canteranos sobre él por venir de un equipo de la ciudad de Liverpool: Everton, donde dejo grandes actuaciones. “Esos 3 meses me los pase en el gimnasio, mentalizado por ganarlo todo”- dijo.

Llegaría el día soñado, 28 de setiembre del 2004, partido entre el Manchester United ante Fenerbahce en el teatro de los sueños (estadio Old Traffort). Wayne había crecido tanto que la camiseta le apretaba, por lo que decidió romper el cuello. Ese día -con tan solo 18 años, Wayne ya se había ganado a la hinchada: hizo un hat-trick.

La euforia por la nueva promesa inglesa que había adquirido Manchester fue tanta, que, al final del partido, el club tuvo que salir a aclarar que había sido Wayne quien había roto la camiseta, que no era de la marca y que, por favor, no lo hicieran en casa. Todo ello fue un presagio de lo que vendría.

Cuatro años después de este episodio, ya había ganado tres Premier League, una Champions League; formando una dupla descomunal con un tal Cristiano Ronaldo. La tarde de febrero del 2011, en el derbi de Manchester, partido para la historia. Quizás el mejor gol que hayamos visto en la Era Premier; con esa pirueta fuera de contexto contra el eterno rival, que sirvió para que-semanas después- gane su cuarta liga.

En fin, son 20 temporadas, 17 títulos, máximo goleador de la historia del Manchester United (253), segundo maximo artillero de la historia de la Premier League (208), máximo goleador de la Selección absoluta de Inglaterra (53), Premio Golden Boy y nominado 7 veces al Balón de Oro; además, llego a conformar el FIFA/FIFPro World XI junto a Messi y Cristiano.

Con 35 años, decidió dejar el futbol para dedicarse a ser el entrenador del Derby Country, el último equipo en el que jugó. El adiós de uno de los mejores futbolistas de la época, de niño malcriado a jugador legendario, ese tipo de jugador que se queda grabado en el hincha y la historia: Gracias por todo Wayne, disfrutamos mucho contigo.

Ernesto de Lima.